Una curiosidad de Polanco –que muy pocos conocen–, es el que la amplia Avenida Horacio se trazó sobre el terraplén que don Eduardo Cuevas Rubio –entonces propietario de la Hacienda de San Juan de Dios– niveló para tender las vía de un tren ligero “Decauville”, que servía para transportar lo cultivado -sobre lo que ahora es la colonia Polanco- a bodegas, ferrocarril y corrales…
La empresa “Société des Etablissements Decauville Aîné” fue un fabricante francés de equipo ferroviario - vía estrecha, vagones, trenes y locomotoras-, ampliamente utilizados en todo el mundo a final del S. XIX y durante los primeros años del S. XX. En México, muchos de sus implementos se usaron en Yucatán, donde más 1000 km de vías fueron instaladas en la época de esplendor, como parte de la infraestructura básica de siembra, mantenimiento y cosecha en las haciendas henequeneras, aunque la fuerza de tracción se basó exclusivamente en animales…
La Société des Etablissements Decauville Aîné se constituyó hacia 1870 por Armand-Louis-Victor Decauville y su hijo Paul Decauville (1846 - 1922). Dedicados inicialmente a la producción de la remolacha en una pequeña propiedad al sur de París; en el otoño de 1875 la cosecha fue excepcionalmente abundante, pero el periodo de lluvias torrenciales dificultaba su recolección. Ante la necesidad de recoger y transportar la producción de sus campos para salvar la cosecha del periodo de heladas que seguiría a las lluvias, Paul Decauville ingenió un tipo de vía a base de elementos metálicos que pudieran desmontarse y transportar fácilmente, sistema al que llamó «Decauville», naciendo así el ferrocarril de vía estrecha, que más tarde se convirtió en su principal actividad -sustituyó a la explotación agrícola- y eventualmente se transformó en nombre de diversas manufacturas que incluyeron locomotoras y luego incorporó bicicletas y automóviles…
En el Concours Général Agricole de 1880, Paul Decauville -por entonces presidente de la próspera compañía- anunció que construiría una fábrica de 80,000 m² en Corbeil; luego del éxito de la instalación y como truco publicitario, durante la Exposición Universal de París de 1889 (ver: https://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2015/12/mexico-en-paris-1900.html), más de seis millones de visitantes pudieron recorrer la exposición en un ferrocarril Decauville remolcado por una máquina de tipo Mallet (locomotoras desarrolladas por el ingeniero Anatole Mallet), cosa que seguramente maravilló a los visitantes, entre los que figuraba don Eduardo Cuevas Rubio, propietario de la Hacienda de San Juan de Dios “de los morales”.
Arriba, el ferrocarril de pasajeros remolcado por una máquina de tipo Mallet en la Exposición Universal de París de 1889; abajo, parte del folleto que mostraba los diversos vagones disponibles para transportar cosechas y productos diversos en el sistema Decauville, compañía que desde 1881 verificaba en territorio mexicano el ensamblaje y venta del material ferroviario que se construía en sus talleres de Petit-Bourg de París y que para 1897 ya tenía representación en México -Calle de San Diego N°5-, en la persona del ingeniero Pedro Livrelli.
Desde 1890, don Eduardo Cuevas había hecho un pedido de vías y carros, con la idea de instalarlos en una de sus propiedades, pero para 1899 realizó la compra de una locomotora de dos ejes acoplados y potencia de 160 caballos de vapor a ser utilizada sobre 4 Km. de línea férrea de sesenta centímetros de ancho (conocido como “ferrocarril de vía estrecha”) que estaba en operación en la sección oriente de la hacienda de San Juan de Dios de los morales y que conectaría además la propiedad con los corrales del Rancho de Anzures (Casa Blanca) y la hacienda de la Teja.
En una interesante nota, Juana María Rangel Vargas nos dice que: Debido al éxito de los ferrocarriles ligeros en el sistema nacional, la ley de ferrocarriles de 1899 obligó a reglamentar su construcción. Para ello se integró un apartado que ponía de manifiesto que además de las vías ancha y angosta existía la vía Decauville, aunque ésta quedaba ceñida al tráfico particular en minas, haciendas, ingenios, fábricas y depósitos.
Para el texto de Juana María Rangel Vargas: http://www.museoferrocarriles.org.mx/secciones/cedif/boletines/boletin_6/articles/05_tierra_ferroviaria_decauville.pdf
Gracias a eso, sobre el plano que en 1929 se elaboró de la Ciudad de México por la Dirección de Catastro, aparece detallado en los “Terrenos de la antigua Hacienda de los Morales” el “Terraplén de la línea Decauville” al centro de lo que aún eran terrenos de cultivo…
Arriba, en el detalle de ese plano, aparece al centro izquierda el “Casco de la antigua Hacienda de los morales” y abajo a la izquierda el trazo de la nueva colonia “Lomas de Chapultepec”; destaca en azul, el trazo del “Río de los Morales” que –entubado– hoy corresponde a la avenida Campos Elíseos. Arriba, aparece lo que hoy llamamos Colonia Granada, donde destaca el enorme predio del “Sanatorio de la Beneficencia Española”.
Abajo, un acercamiento de la misma zona en una fotografía aérea captada en 1930, donde como referencia he marcado el Río de los Morales y Río San Joaquín (azul), la vía del Ferrocarril de Cuernavaca (naranja) y la línea del terraplén de irrigación que además sería línea del ferrocarril ligero Decauville.
Además, como complemento –abajo–, en una fotografía oblicua de la Compañía Mexicana de Aerofoto, aparece la misma zona en 1936.
En la toma que mira hacia el oriente, he marcado en naranja el trazo de la vía férrea del “Tren de Cuernavaca” que aún existe del lado izquierdo y a la derecha es el rasgo de la “ciclopista” que atraviesa Lomas; en azul, señalo el “Río de los Morales” que hoy corresponde a Sierra Candela (abajo) y la Avenida Campos Elíseos. Al centro izquierda, destaca una avenida arbolada que hoy llamamos Ejercito Nacional, sobre la que se distinguen la “Beneficencia Española” (hoy Hospital Español) y la planta armadora de General Motors (sitio que hoy ocupa “Antara”); al centro derecha, destaca el Club de Polo (que hoy ocupan “Campo Marte” y “Auditorio Nacional”). Abajo, he señalado la “Casa Grande” de la Hacienda de San Juan de Dios (que hoy conocemos como el restaurante “Hacienda de Los Morales”) y al centro el trazo del ferrocarril Decauville y sus cedros, línea que en parte, definiría el trazo de la Avenida Horacio…
Arriba, en otra fotografía oblicua de la Compañía Mexicana de Aerofoto y que mira hacia el sur, aparece en primer plano el edificio original de la Beneficencia Española, con frente al boulevard Miguel de Cervantes (el edificio aún existe). Los grandes eucaliptos al centro de la imagen marcan la que aún era “Avenida de los Morales” y que hoy conocemos como Ejercito Nacional; marcado en rojo, el terraplén del ferrocarril Decauville que se distingue claramente gracias a los cedros que la bordean.
Citando de nuevo a Juana María Rangel Vargas, nos enteramos que: “Tanto ocuparon las haciendas estos ferrocarriles ligeros, que llegaron a construirlos para uso particular, ya que les permitían a sus dueños movilizar sus productos con destino a las vías troncales del ferrocarril. Cabe destacar que en la gran mayoría de los casos estas vías se ubicaron a una distancia que iba de los tres a los diez kilómetros de longitud de la estación del tren más cercana. Ahora bien, estos ferrocarriles ligeros también fueron utilizados por los dueños de las haciendas para uso particular y privado, mediante pequeños coches de pasajeros, que eran jalados por tracción de sangre.”
Arriba, una vista de la línea del Ferrocarril de Cuernavaca, justo frente a la hacienda; la arboleda que se ve, corresponde al parque que hoy limitan las calles de Esopo y Presidente Masaryk, aunque el sitio es irreconocible ya que justo ahí, ahora nos topamos con el paso a desnivel que conecta con Avenida de las Palmas y el segundo piso del Anillo Periférico…
Nótese en la toma que los abrevaderos son parte importante de la estación ferroviaria, y junto con el estanque que se adivina al fondo (derecha) era parte de un sistema de riego cuyo canal aprovechaba también el terraplén del ferrocarril para humedecer las tierras en que hasta los años 30 se cultivaron en lo que hoy es Polanco…
Así como don Eduardo Cuevas Rubio sembró sobre el viejo camino de la hacienda (hoy avenida Presidente Masaryk) innumerables árboles de “Pirul” -Schinus molle Linnaeu- y engalanó la avenida de los Morales (hoy avenida Ejército Nacional) con Eucaliptos –Eucalyptus-, el terraplén de canal y ferrocarril se delimitó con cedros -probablemente cupressus lusitánica- a fin de contener y servir como barrera rompe viento.
Esa línea de árboles definió una parte de la avenida y dio nombre a su continuación que de origen recibió el nombre de “Avenida Cedros” (lo que hoy llamamos Horacio, desde Mariano Escobedo hasta Arquímedes) definiendo el trazo de la que de origen se llamó “Avenida de las Américas Unidas” (ver: http://polancoayeryhoy.blogspot.mx/2011/04/el-paseo-de-las-americas.html)
Muchos de esos cedros aún se pueden descubrir sobre el andador de Horacio, y aunque se ha reforestado el camellón en varias ocasiones, los ejemplares de la primera década del siglo XX son bastante conspicuos. Me resulta también interesante el notar que gracias a ese terraplén, el andador resulta de agradable pendiente para los viandantes que desde la entrada del Metro caminan hacia el poniente con notable desahogo…
Desde 1932 se retiró el sistema de rieles Decauville y por años corrió el rumor de que esas eran vías y locomotora que se había instalado en el Zoológico de Chapultepec, historia sin sustento alguno. Para 1928, el zoológico estrenó nueva estación de abovedado edificio DECÓ (diseño del arquitecto José Gómez Echeverría); a la entrada, estaba una placa de mosaicos con el logotipo de “Cementos Tolteca”, en la que casi con veneración solía leer algo así como:
“NIÑO: Fíjate bien que esta estación es de una sola pieza. Aquí no hay juntas porque no fue construida piedra sobre piedra, sino moldeada en concreto. Esta estación durará muchos siglos porque el concreto se hace con cemento. Cuando seas grande, tus palacios los harás de concreto."
Diez años más tarde, se inauguraba la nueva colonia “Chapultepec-Polanco” y para 1945 se extendió el trazo hasta la avenida de los Cedros…
De vagones o locomotora Decauville, nunca he encontrado rastro.
En el Parque Zoológico Centenario de Mérida, se conservaba -hasta hace poco-, una locomotora en funciones, pero fue reemplazada recientemente...
Puedes encontrar más información sobre la arquitectura de Polanco y el Fraccionamiento en las entradas que aparecen al final de ésta página... ¡Ya hay más de ciento veinte!